Las cuatro denominaciones de origen de esta comunidad autónoma son el 60 por ciento de la producción y el otro 40 por ciento son los denominados vinos de la tierra.

Y para la elaboración de sus crianzas está estipulado que pasen un mínimo de 2 años y, de ese tiempo, mínimo 6 meses en barrica de roble de 1000 litros.
D.O. Calatayud: Creada en 1989, pertenece a la provincia de Zaragoza donde hay una tierra fértil, pedregosa y caliza con tiempo seco, alta insolación y fríos inviernos. El cambio térmico entre la noche y el día contribuye a mejorar la calidad de la uva y hace que la vendimia sea la más tardía, consiguiendo así un equilibrio entre acidez y alcohol perfecto. Sus caldos son gratos al paladar, afrutados y bajos en alcohol donde destacan con sus rosados.

D.O. Cariñena: También ubicada en Zaragoza no encontramos una fecha concreta para datarla aunque si vemos que tiene un estatuto del Vino del siglo XVII y el último B.O.E del año 1995. Esta zona tiene unos suelos con escasa fertilidad pero excelente permeabilidad que dentro de un clima seco y temperaturas extremas hace que, para sus tipos de uva, sea un lugar propicio para el cultivo de la vid.
D.O. Somontano: Esta denominación de origen situada en Huesca fue creada en 1984, con suelos permeables y profundos y un clima bueno con mucho sol y una temperatura media de 11 grados, hacen que esta tierra pueda albergar gran variedad en el tipo de vid usada. Son unos caldos suaves, con amplios matices aromáticos y mucha personalidad.
Al no ser denominaciones de origen sólo lo nombrarmos Vinos de la Tierra: de Bajo Aragón, Ribera del Gállego-Cinco Villas, Ribera de Jiloca, de Ribera de Queiles, de Valdejalón y Valle del Cinca.
Recuerda hazte seguidor y visítanos en facebook y twitter
No hay comentarios:
Publicar un comentario