En post anteriores hemos hablado de las formas que tienen las copas de vino y los colores de los caldos, en éste hablaremos del porqué de los colores de las botellas.
Empezaremos con un poco de historia, pero poca, embotellamos el vino a partir del s. XVII ya que antes lo metíamos en ánforas de barro, tripa de animales, barricas de madera...
Las botellas también tienen nombre según el país de origen en España es la jerezana, en Francia la provenzal y en Portugal la de oporto por poner un ejemplo pero las más utilizadas son: Bordalesa, borgoña, champañesa, jerezana, renana y franconia.
Después de este breve pellizco de historia nos metemos con el asunto en cuestión, según sea la coloración de la botella así evolucionará el vino, el de color verde lo hace de manera más lenta que el transparente ya que repele las radiaciones y éstas no afectan tanto al caldo. Esta tonalidad verdosa se consiguió por casualidad ya que las botellas que se hacían eran de color ámbar debido a las impurezas entonces, se le añadió manganeso para purificar el vidrio.
Hoy en día el color de la botella va de la mano del marketing utilizado por la bodega y existe todo tipo de colores desde el ámbar, amarillo, verde o azul pasando por el casi negro del Jerez que posiblemente sea el más recomendado.
Y para finalizar un dato, los colores oscuros se utilizan para envejecer el caldo y los claros para los vinos de consumo en el mismo año.
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martes, 6 de agosto de 2013
El color en las botellas de vino
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